miércoles, 24 de agosto de 2011

Bienvenida

Bienvenidos al nuevo diseño del blog. Con él queremos iniciar este nuevo curso.

jueves, 19 de mayo de 2011

orientaciones pau

PREPARACIÓN DE LA PAU Lengua castellana y Literatura

1º. COMENTARIO DE TEXTO.

A elegir dos textos, no literarios. Puede ser un ensayo de carácter humanístico o extraído de una revista de divulgación científica. Por lo tanto, nunca será un texto científico puro, sino de carácter divulgativo. También pueden poner un texto humanístico que sea de un autor literario, y por lo tanto, tanto unos recursos expresivos propios, más de tono literario. Por ello, no olvidéis mirar el autor. Podría tratarse de un autor actual o no. Acordaos de que hemos visto en clase a Feijoo , A. Machado ( Juan de Mairena) , Pablo Neruda ( Confieso que he vivido). Intentar ubicar primero al autor en su época porque os puede ayudar a entender sus planteamientos sobre el tema.
El texto también puede ser periodístico. Sería muy raro que se tratara de una noticia. Si es así, acordaos de que se trata de un texto informativo que busca la objetividad. Tiene, además, una estructura muy clara ( titular, entradilla y cuerpo). Pero lo normal es que sea un texto de opinión, donde haya exposición y argumentación. Esto es así porque seguramente, luego os pedirán un texto argumentativo sobre el tema tratado en el texto, ( les viene muy bien el texto para esta pregunta).
Leer bien el texto y subrayarlo. Lo importante es que lo entendáis bien, saquéis las ideas principales y yo recomendaría hacer primero el resumen. A partir de él es más fácil sacar el tema ( ¿de qué trata el texto? ) así como la estructura.
Es muy importante que señaléis claramente los distintos apartados:
a) Tema.
b) Estructura.
c) Características.
d) tipo de texto.
Si lo mezcláis el examinador puede que no os puntúe al no encontrar claramente la respuesta.
En el apartado d) además de decir el tipo de texto, tenéis que decir la modalidad textual que predomina.
El resumen es la pregunta nº 2 y recomiendan que sea alrededor del 25% del texto. Nunca copiéis líneas ni párrafos. Buscar una expresión propia y que contenga las ideas principales. Es como si le contarais a alguien lo que pone en un sitio para que lo entienda mejor concentrándoos en lo más importante.
La pregunta nº 3 es el texto argumentativo. Se trata de defender una postura sobre un tema propuesto o contrastar dos posturas.
En cualquiera de los dos casos, os recomiendo que hagáis dos párrafos donde se vean claramente las posturas, o incluso tres si exponéis la tesis, argumentáis ( imprescindible) y llegáis a una conclusión.
Es importante que uséis un léxico apropiado, NO COLOQUIAL y usad conectores.
Aquí os van a valorar sobretodo la redacción y la puntuación. Dijeron que no se pide originalidad sino habilidad para expresarse correctamente. Acordaos también de puntuar correctamente ( punto seguido, aparte, comas, etc.).
El análisis sintáctico ya sabéis: poner la coletilla de oración compuesta, subordinada…, enunciativa, transitiva, atributiva, bimembre…..
Intentad que se vean claras las funciones y el tipo de sintagma. Cuidado con las abreviaturas, porque aunque yo sé lo que decís, o lo puedo imaginar, ellos no lo saben. Ante la duda, poder el nombre completo y os evitáis disgustos. Puede caer cualquier tipo de subordinada. No os fiéis, buscad primero los verbos y pensar cuál es el principal. Acordaos de las perífrasis, y repasad los usos del se porque puede caer alguno.
El ejercicio 4.b. es el de análisis morfológico o de cultura lingüística. Lo más normal es que sea morfológico. En este caso acordaos de decir la categoría gramatical de la palabra, y el proceso de formación EN ORDEN , partiendo de la base. Explicarlo con vuestras palabras es mejor que con rayas. Estos son los contenidos que tenéis que repasar:


MORFOLOGÍA:
• Elementos constitutivos de la palabra: lexemas y morfemas (flexivos y derivativos).
• Derivación: prefijos y sufijos.
• Parasíntesis.
• Infijos e interfijos.
• La sufijación apreciativa.
• La prefijación.
• Temas griegos y latinos.
• La composición.
• Otros procedimientos de formación de palabras: apócope, aféresis, hipocorísticos, siglas, acrónimos, abreviaturas, onomatopeyas.

Los temas de cultura lingüística son los siguientes:
• Origen y evolución del español.
• Variedades del español: diatópicas o geográficas, diastráticas o sociales y diafásicas o de estilo.
• El español de América.
• Bilingüismo y diglosia.
• El español actual y el español en el mundo.


La pregunta 4.c. es de semántica. Los temas que os tenéis que repasar son:


• Relaciones semánticas entre las palabras: sinonimia, antonimia, homonimia, polisemia, familia léxica, campo semántico.
• Significado denotativo y connotativo.
• Palabras patrimoniales y cultismos.
• Préstamos , extranjerismos y latinismos.
• El cambio semántico: generalización, especialización, usos figurados: metáfora, metonimia, sinécdoque, eufemismos, disfemismos (palabras tabú), calcos, supresión.
• Locuciones y enunciados fraseológicos.
• La ironía.

La pregunta 5 se refiere a la literatura. Los temas son 13.
1. S.XVIII
2. Romanticismo literario del siglo XIX
3. Realismo
4. Modernismo y 98
5. La generación del 98
6. La novela de la generación del 98
7. Novecentismo
8. Poesía de la generación del 27
9. Teatro antes del año 39: tendencias, autores y obras principales.
10. Teatro después del año 39: tendencias, autores y obras principales.
11. Poesía posterior al año 39: : tendencias, autores y obras principales
12. Novela posterior al año 39: tendencias, autores y obras principales
13. Narrativa hispanoamericana de la 2ª mitad del siglo XX: tendencias, autores y obras principales.

Aquí os jugáis dos puntos, por lo que sería bueno que os los prepararais. Recordad que hay que contextualizar, citar autores y obras. El nombre de las obras subrayadas. Para estudiar, es mejor hacerlo a partir de un esquema de cada tema.

El apartado 5.b. se refiere a la lectura que hemos hecho, del siglo XVIII El sí de las niñas; del S.XIX D. Álvaro o la fuerza del sino; del siglo XX (1ª mitad) La busca y de la 2ª mitad Tres sombreros de copa. Recordad que hay dos apartados. El primero es contextualizar histórica y literariamente la obra, es decir, en qué momento histórico se escribe y en qué corriente literaria se adscribe. Hacedlo en dos párrafos. El segundo de ellos empezad diciendo lo que más me ha llamado la atención de la obra ha sido… no se trata de ser originiales, sino de que el examinador reconozca que te la has leído, es decir, poned algún detalle significativo. Utilizad expresiones elaboradas, no digáis que es muy bonito, que me ha impresionado mucho. Intetad justificar lo que digáis: me ha gustado esto porque…

jueves, 5 de mayo de 2011

LA SUSTANTIVACIÓN ( metábasis del adjetivo)

LA SUSTANTIVACIÓN

El artículo puede tener una función sustantivadores, es decir, puede hacer que el elemento que lo sigue, sin ser sustantivo, realice la función de tal.
El artículo neutro lo sustantiva adjetivos, a los que proporciona un valor abstracto.
También hay función sustantivadora en los casos en que lo precede a grupos con preposición o a oraciones enteras.
Lo de ayer/ lo que me dijiste ayer
Aunque también se puede considerar que la forma lo es un pronombre que actúa como núcleo de un sintagma nominal.
La función sustantivadora también la ejerce el artículo en sus formas masculina y femenina.
El de ayer, los buenos, las azules, la que me presentaste.
En estos casos se sobreentiende un sustantivo que se ha eliminado por haber aparecido antes en el contexto o por darse por conocido. Por eso, pueden entenderse que lo que núcleo elíptico.
Mayor grado de sustantivación se da en los siguientes ejemplos:
No hagas el ridículo
Ya está bien de hacer el tonto
Me gusta el dulce

Si un adjetivo aparece acompañado de un determinante, en especial del artículo, es que está sustantivado:
Me gusta el rojo y no el azul
Los buenos tendrán su recompensa
Todos los adjetivos pueden sustantivarse con el artículo neutro lo, excepto aquellos que significan cualidades solo aplicables a personas.
Lo bueno, lo inteligente, lo pequeño, lo conveniente.
*Lo satisfecho, lo contento.
Hay otras veces en que la forma lo en la construcción lo seguido de un adjetivo y el relativo que no funciona como sustantivador sino como intensificador del adjetivo. En estos casos, el artículo forma con el relativo que una unidad equivalente al exclamativo qué.
Lo fuertes que son: qué fuertes son
Lo antipática que es: que antipática es
No te hagas la tonta
Se hicieron los locos

ADVERBIALIZACIÓN DEL ADJETIVO

Algunos adjetivos pueden pasar a ser adverbios cuando se inmovilizan en la forma masculina y funcionan como complementos circustanciales de un verbo:
Hablaba muy bajo
Marchad rápido
Lo pasamos estupendo
Se levanta temprano
Caminaba muy lento
Lo pasé fatal
Jugaron muy duro
Juego sucio

ADJETIVACIÓN DE UN ADVERBIO

Los adverbios así y bien se adjetivan cuando modifican a un sustantivo:
Una casa así gusta a cualquiera
Una chica bien

martes, 3 de mayo de 2011

Discurso Vargas Llosa Nobel

martes, 5 de abril de 2011

la novela hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX

La narrativa hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX A partir de los años 40 la narrativa hispanoamericana se renueva y enriquece. Se produce una asimilación de los procedimientos técnicos de los grandes novelistas europeos y norteamericanos, así como de los cambios de perspectiva que habían supuesto las vanguardias, y en particular, el surrealismo. Estos cambios coinciden con una época de transformaciones en la vida social de los países, con un espectacular crecimiento de las ciudades y una realidad cada vez más alejada del mundo poscolonial del siglo XIX. Entre 1940 y 1960 conviven en la narrativa diversas tendencias. Por un lado están los relatos de índole metafísica de Borges o Lezama Lima, que demuestran una preocupación común por problemas transcendentes . Del primero cabe destacar obras como Ficciones, que contiene dos libros de cuentos, o El Aleph. Borges construye mundo que cuestionan la lógica de la realidad. Las historias se sustentan , en muchos casos, en referencias a las filosofías europeas y orientales, la literatura inglesa, el pensamiento cristiano y la mitología clásica; por otro se desarrolla una narrativa de corte existencial, con autores como Juan Carlos Onetti o Ernesto Sábato. Algunas de las tendencias de las décadas precedentes continúan y evolucionan. Por ejemplo, la novela de la revolución mexicana culmina en la figura de Juan Rulfo, cuya obra se reduce a dos títulos El llano en llamas y Pedro Páramo. Esta última es una de las de mayor relevancia de este periodo, que presenta una gran complejidad estructural, fragmentaria, con saltos cronológicos, y con la interpolación de distintos relatos y narradores ; y la novela indigenista y relatos que buscan descubrir la identidad americana común . Se desarrollan en una narrativa que funde elementos dispares como lo fantástico, lo mítico, lo legendario, la inmensidad de la naturaleza americana con los conflictos sociales reales y los avatares de la historia contemporánea. Esta novela en la que se aúnan realidad y fantasía recibió las denominaciones de realismo mágico y lo real maravilloso. Algunos de sus representantes son Alejo Carpentier y Miguel Angel Asturias y fue decisivo para la segunda renovación que se produjo durante los años sesenta. El primero con obras como El reino de este mundo, en la que opina que lo real maravilloso estaba en la realidad hispanoamericana, en su naturaleza y en su historia. El segundo con obras como El señor Presidente, que se enmarca en la llamada novela de la dictadura. La novela HA desde 1960 Durante los años 60 se produce la difusión internacional de la narrativa HA. Se habló del boom de la novela. En realidad, la renovación se había llevado a cabo ya en décadas anteriores. El creciente interés por los textos de estos escritores: Borges. Onetti, Carpentier, Cortazar, se ha explicado por la presencia en Europa de muchos de ellos, en exilio voluntario o forzoso, lo que les permitió un más fácil acceso al mundo editorial europeo. En España ejerció un gran influjo en la renovación de la novela de esos años. En estos años los autores escriben algunas de sus mejores obras. El astillero, de Juan Carlos Onetti, Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato, El siglo de los luces, de Alejo Carpentier, o Rayuela de Julio Cortázar. Es su obra más conocida, es una novela experimental que rompe con la estructura de la narración tradicional. La novela confía en un lector activo, capaz de interpretar y relacionar los distintos fragmentos del texto. Incluye, además, reflexiones sobre la literatura y las técnicas narrativas. Otros autores importantes son Augusto Monterroso, maestro del relato breve, Carlos Fuentes, con importante labor narrativa y ensayística. Su obra La muerte de Artemio Cruz es heredera de la novela de la revolución mexicana. En ella se introducen tres voces narrativas, lo que permite la inclusión de distintas perspectivas. Gabriel García Márquez, conocido internacionalmente por su novela Cien años de soledad ( 1967) , que terminará de consagrar la renovación de la narrativa hispanoamericana. La novela incorpora elementos propios del realismo mágico y también aspectos de la realidad social. Los temas fundamentales: el tiempo unido a la soledad, el enfrentamiento del tiempo cíclico de los grandes mitos y la cronología histórica. Nos cuenta la historia de la familia de José Arcadio Buendía y de Úrsula Iguarán, cuyo matrimonio está marcado por la trasgresión. Otras de sus obras: El coronel no tiene quien le escriba, Relato de un náufrago, El amor en los tiempos del cólera. Guillermo Cabrera Infante, utiliza en Tres tristes tigres la presencia de diferentes registros de la lengua hablada de La Habana. Mario Vargas Llosa se inscribe dentro del neorrealismo: realismo renovado en técnicas y formas expresivas, que encierran una visión crítica de la realidad social y política. Títulos: Los jefes, Conservaciones de la catedral, La casa verde

LA NARRATIVA DESDE 1939: TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS

LA NARRATIVA DESDE 1939 : TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS LA NARRATIVA DE LOS AÑOS 40 El Realismo tradicional Visión descarnada de la realidad española, personajes que viven situaciones de vilencia, rutina y aislamiento. Juan Antonio Zunzunegui, Ignacio Agustí, Gonzalo Torrente Ballester, Miguel Delibes. CAMILO JOSÉ CELA La familia de Pascual Duarte (1942). Entronca con la novela picaresca. Autobiografía de un condenado a muerte. Intenta justificar su conducta violenta por las desgracias padecidas. Destaca el ambiente rural y las circunstancias familiares del protagonista, caracterizadas por la pobreza, la crueldad y la brutalidad. La colmena (1951). Testimonio del Madrid de la posguerra. Objetivismo. Protagonista colectivo. Predominio del diálogo: reproducción del habla coloquial madrileña. Miembro de la Real Academia desde 1957. Premios Príncipe de Asturias, Nobel y Cervantes. Diversidad de estilos: desde el realismo tradicional, al antirrealismo y narrativa experimental. Otras obras: Pabellón de reposo, Oficio de tinieblas 5. Libros de viajes: Viaje a la alcarria. CARMEN LAFORET Nada (1945). Tendencia realista y estilo sencillo. Testimonio de la España de la posguerra a través del aprendizaje de una joven alojada en casa de unos familiares en Barcelona, con vidas marcadas por la pobreza y la degradación moral. Otros autores que tratan el tema de la guerra civil: Jose Mª Gironella Los cipreses creen en Dios. Tomás Borrás. La narrativa del exilio Temas: España, la infancia, la juventud, la guerra y la tragedia del exilio. RAMON J. SENDER Obras: Réquiem por un campesino español. Crónica del alba, La tesis de Nancy. MAX AUB Diversidad de tendencias. Destaca la serie sobre la guerra civil y sus consecuencias: Campo cerrado, Campo abierto, Campo de sangre, Campo de los almendros. FRANCISCO AYALA Tono reflexivo, visión crítica y pesimista. Muertes de perro, El fondo del vaso. ARTURO BAREA La forja de un rebelde. La narrativa de los años 50 El realismo crítico. Reflejo y testimonio de la realidad de la época. Influencias: la narrativa norteamericana de tendencia a la objetividad. John Dos Passos, los neorrealistas italianos, sobre todo del cine y el objetivismo francés: Robbe-Grillet. Rasgos: técnica objetivista, sin participación del narrador. Diálogo como forma de caracterizar a los personajes. Reducción del tiempo y el espacio de la historia narrada. Protagonista colectivo: clases o sectores sociales y cierto maniqueísmo. Fragmentarismo: secuencias narrativas influencia del cine. Temas.: la vida diaria, injusticias, condiciones laborales de los trabajadores, el chabolismo, la emigración campo ciudad, la abulia. Tendencias: neorrealismo y novela social. Neorrealismo: preocupación por los valores éticos e intención testimonial. Ana Mª Matute, Carmen Martín Gaite. Rafael Sánchez Ferlosio. El Jarama.( 1956). Temas: la trivialidad, la pobreza mental de algunos sectores de la sociedad. Espacio reducido, narrador objetivo, diálogos banales, protagonista múltiple sobre temas cotidianos y poco interesantes. Reproducción del lenguaje coloquial. Ignacio Aldecoa Cuentos. Temas: los oficios, la emigración rural, los bajos fondos. Novelas: Con el viento solano, Gran sol. Novela social: denuncia de las injusticias desde una posición ideológica y crítica. Juan Marsé, Juan Goytisolo, Alfonso Grosso. La narrativa de los años 60 Renovación aspectos formales. Obra fundamental Tiempo de silencio ( 1962). Luis Martín Santos. Rasgos: Influencia de la narrativa extranjera: Ulises James Joyce, Fran Kafka, Faulkner, Marcel Proust y Virginia Wolf. Ruptura orden cronológico y tiempo reducido. Perspectivismo: diversas personas narrativas para analizar y recuperar el pasado. Monólogo interior, diálogo y estilo indirecto libre. Tipografía: ruptura de líneas, ausencia de puntuación, páginas en blanco. Riqueza expresiva: nuevos términos, uso satírico de tipos de lenguaje, diversos registros. Luis Martín Santos Tiempo de silencio. Madrid, años 40. Intento de un médico por salvar la vida de una joven, de una familia marginada, a la que se le ha practicado un aborto clandestino. Lenguaje culto y técnica novedosa, descripción de la realidad de España, crítica a la pobreza, las desigualdades sociales, la mediocridad, el conformismo. Técnica: mezcla de perspectivas: diferentes tipos de narrador, monólogo interior, estilo indirecto libre, ironía, hipérbole, parodio, lenguaje científico, neologismos, cultismos y expresiones populares. Juan Goytisolo. Señas de identidad, Reivindicación del conde don Julián, Juan sin tierra. Narrativa experimental. Ataque a la cultura, la religión y a los valores de las clases dominantes. Miguel Delibes Evoluciona desde el realismo tradicional al realismo crítico y la renovación técnica. Obras: La hoja roja, Cinco horas con Mario: monólogo de una mujer ante el cadáver de su marido: retrato de dos visiones contrapuestas de España. Parábola de un náufrago: tendencia experimental. Los santos inocentes: realismo renovado. Otras: Mi idolatrado hijo Sisí, El príncipe destronado, El hereje. Juan Marsé. Ültimas tardes con Teresa (1966). Tendencia renovadora: relaciones sentimentales entre una joven de la burguesía catalana y un chico murciano pobre y delincuente. Crítica al progresismo superficial y esnob de cierta juventud universitaria. Ironía, parodia, hipérbole y variedad de registros. La oscura historia de la prima Montse, Si de dicen que caí: retrato de la sociedad miserable de la posguerra. LA NARRATIVA DESDE 1975 Influencia de las nuevas condiciones sociopolíticas. Tendencias: Novela experimentalista y discursiva: novela centrada en el discurso: complejidad lingüística y estructural. Luis Goytisolo,, Juan Benet. Metanovela: trata de la creación literaria. Jose Mª Merino, García Hortelano. Novela histórica: Juan Benet, Jesús Fernández Santos, Javier Cercas Soldados de Salamina. Novela erótica: Octubre, octubre. Jose Luis Sampedro. Novela de acción: aventuras, policiaca, negra. El aire de un crimen Juan Benet, La verdad sobre el caso Savolta Eduardo Mendoza. Novela crónica: crónica de hechos del pasado o del presente. LA NOVELA REALISTA A partir de 1975. Resurge el realismo con elementos fantásticos, oníricos y míticos. Tendencias: Realismo crítico y social. Conflicto entre los personajes y el mundo. Miguel Delibes, Juan Marsé, J.J.Millás. Novela de la memoria. Evocación del pasado. Subjetividad y autobiografía. Carmen Martín Gaite, Josefina Aldecoa. Novela psicológica. Evolución psicológica de los personajes. Novela alegórica, mítica y fantástica. Sánchez Ferlosio, Luis Mateo Díez. Novela expresionista. Elementos deformadores y grotescos. Javier Tomeo. Neorrealista costumbrista: descripción de ambientes y la vida cotidiana. Historias del Kronen Jose Angel Mañas. Periodos históricos con aventura e intriga: La tabla de Flandes Arturo Pérez Reverte. Luis Mateo Díez. Recuperación del pasado. Visión crítica de la vida provinciana. La fuente de la edad. Javier Marías. Prosa reflexiva, descripciones minuciosas, digresión, intertextualidad. Temas: la muerte, el paso del tiempo, el fracaso amoroso. Todas las almas, Corazón tan blanco. Antonio Muñoz Molina. Novela policiaca y negra. Beltenebros, El invierno en Lisboa. El jinete polaco. Reconstrucción del pasado. Enunciados extensos, comparaciones, enumeraciones y adjetivación.

BILINGUISMO Y DIGLOSIA

BILINGÜISMO. Para Vallverdú bilingüismo se da cuando una persona utiliza de forma alterna dos lenguas para usos similares y con familiaridad. La RAE considera bilingüismo "el uso habitual de dos lenguas en la misma región". Lázaro Carreter añade la consideración de “un uso perfecto de ambas lenguas”. Pottier reduce la idea a "la capacidad de comprender una lengua distinta de la materna y de hacerse comprender en ella". Weinrich distingue entre bilingüismo social e individual. CLASIFICACIONES. ¿Cuándo podemos decir que un individuo es bilingüe?. Distinguiremos entre: o Bilingüismo activo. El hablante puede usar y emplear alternativamente las dos lenguas. o Bilingüismo pasivo. Personas que entienden las dos lenguas pero sólo usan una. o Bilingüismo natural. Dos lenguas maternas. o Bilingüismo social. Cuando una de las lenguas tiene más potencia dentro del Estado. DIGLOSIA. Tal como lo definió Charles Ferguson el concepto de diglosia supone: Existencia de una variedad alta que se utiliza en la comunicación formal. Existencia de una variedad baja poco cultivada y usada con carácter no formal. Para la existencia de diglosia juega un papel importante el prestigio y el conocimiento lingüístico, así como la realidad socio política. Ferguson define la diglosia como "el uso discriminado de dos variedades de la misma lengua". Nueve rasgos serían definitivos y constantes en la diglosia: o Función. La variedad alta se usa en contextos formales, la baja en familiares. o Prestigio. Lleva en algunos casos a la negación de la variedad baja. o Herencia literaria. Las obras serias usan la alta, las telenovelas, etc, la baja. o Adquisición. B como materna, A como aprendida. o Estandarización. A tiene gramática, B no tiene normas definidas. o Estabilidad. Es un fenómeno relativamente estable. o Gramática. La de A es más estable y normalizada. o Diccionarios. El lexicón de A tiene cultismos y tecnicismos no usados en B; ésta tiene una terminología doméstica específica que no está en A. o Fonología. Fonética más cuidada y prestigiosa en A. .- DIGLOSIA EN EL ÁREA DEL ESPAÑOL. Aunque el art. 3 de la Constitución reconoce el bilingüismo, la diglosia de algunas comunidades bilingües sigue favoreciendo al castellano

jueves, 17 de marzo de 2011

coementario nº 4

¿TIENES LENGUA VIPERINA?
Florinda Salinas
La habilidad humana para hablar, según los antropólogos, surgió hace dos millones
de años, así que la lengua viperina cuenta con una sólida tradición. El despellejamiento es
un recurso fácil para los que carecen de conversación. J. A.. Marina repara en que
aprendemos a hablar de pequeños y ya no paramos en toda la vida. “Lo que decimos
siempre se parece a nosotros”, pensaba Borges. Si el cénit de tu conversación se sitúa entre
Mar Flores y Alexandro Lequio, si reservas tu coeficiente para largar sobre tu cuñada, la
mujer del jefe o la vecina de adosado, si de cinco palabras que pronuncias, cuatro están
teñidas de resentimiento y juicios sumarísimos, es fácil imaginarse cómo eres.
Dicen que las palabras se las lleva el viento, pero es mentira. Las palabras anidan en
el corazón del que las pronuncia. Los malos sentimientos, la inquina, la prepotencia, la
envidia forman una malla densa, un atascon en nuestra personalidad difícil de deshollinar.
Vivimos en una extraña cultura en la que sólo prospera la espuma de las cosas, la
modelo que fue a la fiesta de la temporada, el interiorista que decoró una exposición, los
originalísimos canapés del estreno de teatro, la portada del Hola. Puedes triunfar en
sociedad si llevas la ropa del diseñador adecuado, en la fiesta perfecta y con el acompañante
de moda. En esa tesitura nadie espera de ti que recites a García Lorca, ni siquiera el “Verde
que te quiero verde”. Sólo tienes que hacer un par de declaraciones a un
Minutos. ¿Sobre qué? Ni tú, a ciencia cierta, lo sabes. Esto no es el imperio de lo efímero,
sino la dictadura de la estupidez.
“Un buen escritor –afirma García Márquez-, se reconoce más por lo que rompe que
por lo que publica”. Una persona legal se manifiesta más por sus silencios que por lo que
larga. ¿Quién es tu mejor amigo? El que sabe guardar una confidencia y la lanza
inmediatamente por el correo electrónico. Un hombre de una pieza tiene un callo en la
lengua de tanto mordérsela habitualmente. Sabe ocultar las debilidades de los demás, elude
los golpes bajos. No dirá por ahí que en la oficina te abandona el desodorante, que te dan
miedo los ascensores, que tu depresión ha salido publicada en The Lancet. Tu amiga del
alma no se ríe de tu tapicería cuando vas a la cocina por hielo, ni describe tu aspecto
cuando te pruebas en marzo el primer bañador, ni abre una página en Internet explicando
tus problemas con tu banco.
Ben Bradlee, ex director del Washington Post y maestro de periodistas dijo que
“detrás de toda información deficiente hay una formación deficiente”. Lo mismo: detrás de
una lengua viperina hay una senbilidad de esparto y un cerebro poroso. O sea, estropajo y
piedra pómez.

características de los textos humanísticos

TEXTOS HUMANÍSTICOS

1. LAS CIENCIAS Y LAS HUMANIDADES
Son disciplinas humanísticas aquellas que tienen como objeto de estudio todo lo relacionado con la naturaleza espiritual y social de los seres humanos y con el conjunto de sus manifestaciones históricas y culturales: la Filosofía, la Sociología, la Psicología, la Historia, la Economía, la Filología, etc. Los textos de todo tipo que se producen en estas disciplinas tienen como finalidad básica la transmisión de conocimientos relativos a cada una de ellas, bien entre los propios especialistas, bien al resto de la sociedad en general.
No hay, pues, diferencias sustanciales entre estos textos humanísticos y los científico-técnicos que estudiamos en el Tema anterior: cambian los hechos estudiados, los sistemas simbólicos y la terminología que cada disciplina emplea, pero las circunstancias en que se produce la comunicación, la finalidad, las formas de discurso y los tipos generales de texto son semejantes en ambas. Será importante recordarlo, porque buena parte de los rasgos textuales y lingüísticos que vimos entonces son aplicables también a la comunicación en las disciplinas humanísticas.
Con todo, conviene señalar algunas características generales que, precisamente por su diferente objeto de estudio, definen al lenguaje humanístico frente al científico-técnico:
Ø Mayor tendencia a la abstracción. Frente a la concreción de la investigación científica, que estudia realidades físicas y trabaja con hechos objetivos y observables, las disciplinas humanísticas se ocupan normalmente de entidades puramente mentales, inmateriales, porque su campo son las ideas —como en la Filosofía— o las obras a que éstas dan lugar: el arte, la literatura, las costumbres...
Ø Carácter especulativo. Las ciencias de la Naturaleza parten de la observación y la experimentación para llegar al establecimiento de leyes objetivas universalmente aceptables; en cambio, las humanidades, en general, han de limitarse a “especular”, es decir, a desarrollar mediante la reflexión ideas o teorías sobre la realidad humana y social, sin que les sea posible comprobarlas mediante la experimentación. Las ciencias humanas y sociales se basan fundamentalmente en la reflexión teórica y el razonamiento lógico.
Ø Abierto al debate. De lo anterior se deduce que los planteamientos y las ideas de las ciencias humanas y sociales tienen por definición un carácter provisional y que están sujetos a discusión y revisión constante. Una ley científica, si está demostrada, existe, y, por tanto, no se puede estar en desacuerdo con ella (a no ser que se demuestre su falsedad). En cambio, una especulación de las ciencias humanas —por ejemplo, la “posible” influencia del “supuesto” origen converso de Cervantes en su obra literaria— será aceptada por unos y rechazada por otros y, por tanto, objeto de discusión y polémica.
Ø Ideología y subjetividad. Las disciplinas humanísticas —y, por tanto, sus textos— son más permeables que la ciencia a las ideas particulares y a la subjetividad de quienes las elaboran. Frente a la objetividad y la universalidad a las que aspira la ciencia, en los textos humanísticos suele ser fácil encontrar planteamientos, ideas o expresiones que nos revelan la ideología del autor o, al menos, ciertos aspectos de su subjetividad. Un término como revolución será utilizado de muy diferente manera por un historiador marxista y por otro conservador, porque tiene para ambos connotaciones opuestas, en tanto que nada nos dice el uso de la palabra molécula sobre las ideas o la subjetividad del científico que la usa.

2. ASPECTOS PRAGMÁTICOS DE LOS TEXTOS HUMANÍSTICOS
Las circunstancias en las que se produce la comunicación en los textos humanísticos son las mismas que las de los científico-técnicos; por lo que la mayor parte de lo que dijimos en el Tema anterior sigue siendo válido aquí: el emisor —casi siempre individual— suele ser un especialista que pretende hacer llegar al destinatario una serie de conocimientos sobre el área de su especialidad; si nos fijamos en su función, podemos distinguir entre textos de investigación, didácticos, descriptivos, instruccionales, etc.; el tipo de destinatario nos permite distinguir también entre textos especializados, académicos y divulgativos, con las mismas características textuales y lingüísticas que ya hemos estudiado; los canales comunicativos que se emplean tampoco varían: orales (en conferencias, ponencias de congresos, lecciones magistrales, etc.) y, sobre todo, escritos (en forma de libro, de artículos en revistas especializadas o de información general, en la prensa, etc.); el código, en general, utiliza igualmente como base la lengua común, en su variedad culta y registro formal. No debe sorprender tan alto grado de coincidencia. Al fin y al cabo, todos estos rasgos tienen que ver con el hecho de que ambos tipos de textos persiguen la misma finalidad, la transmisión cultural.
La función comunicativa predominante es la referencial, sobre todo en aquellos textos que pretendan sólo la transmisión de conocimientos. La función apelativa la encontramos en otros textos cuyo propósito sea condicionar las ideas del lector e influir en su comportamiento (es decir, en los de carácter doctrinario). Asimismo, es importante la función metalingüística: toda disciplina humanística posee también su terminología propia y sus tecnicismos, por lo que se hace necesario, sobre todo en los textos de carácter didáctico y divulgativo, explicar el significado de los términos más precisos. Pueden aparecer también las funciones expresiva y poética (algo que es inusual en los textos científico-técnicos): ello sucede preferentemente en los que pertenecen al género ensayístico, por lo que volveremos sobre esta cuestión más detenidamente en el apartado 4.2.
Respecto al código, señalábamos como característico de los textos científicos la frecuencia con que se recurre a sistemas formalizados de representación específicos de cada disciplina: el conjunto de símbolos matemáticos, los lenguajes informáticos, el sistema de formulación química, etc. En algunas disciplinas humanísticas se usan a menudo también códigos no lingüísticos similares que permiten la representación formalizada de los conceptos y de los enunciados: las fórmulas de la lógica y los distintos mecanismos formales que utilizamos en gramática para la representación del análisis sintáctico son dos claros ejemplos de ello.

3. LA ESTRUCTURA DEL CONTENIDO. FORMAS DE DISCURSO
Como corresponde a los textos que hemos llamado de transmisión cultural, sea cual sea la disciplina concreta en la que se incluyan, las formas de discurso fundamentales son la exposición y la argumentación. La exposición se utiliza, como en los científicos, para la presentación y explicación ordenada de contenidos sobre la materia tratada. La argumentación es usual en los textos o partes de texto donde el propósito del autor sea convencer al lector de una determinada idea o criticar los planteamientos de alguna postura diferente de la suya. No vamos a insistir en las implicaciones que tienen en la estructura y la forma lingüística de los textos estas dos variedades de discurso: remitimos a los esquemas del margen y, por supuesto, a cuanto se vio al respecto el curso pasado en los Temas 4 y 5 de Comunicación y Técnicas de trabajo. Sólo añadiremos algunas consideraciones que afectan a los textos humanísticos:
Ø Lo habitual es que exposición y argumentación se mezclen dentro del mismo texto. Predominará una u otra según cuál sea el propósito del autor: si pretende presentar determinados hechos y conceptos para que el lector los conozca, lo que dará sentido al texto será la estructura expositiva (sin perjuicio de que en algún momento tenga que justificar alguna de sus ideas mediante una breve argumentación); si lo que quiere es debatir un problema con el fin de convencer al lector de que sus puntos de vista son aceptables, lo que predominará será la argumentación (pero necesariamente habrá de exponer en algún momento esas ideas de manera ordenada). Y, por supuesto, en ocasiones podrán aparecer también descripciones y elementos narrativos cuando la explicación de los hechos y conceptos lo precise.
Ø Lo propio del lenguaje de las humanidades y las ciencias sociales es la argumentación racional, frente a la demostración por los hechos típica de la ciencia. Se busca sobre todo la fuerza y la solidez lógica de los argumentos, pues de lo que se trata es de convencer al lector apelando a su inteligencia, y no a sus afectos. Sin embargo, dependiendo del tipo de texto y de la intención del autor, la retórica también está a menudo presente.
Ø La estructura puede ser muy variada, aunque lo más general es que el texto completo se ajuste al esquema básico de introducción - desarrollo - conclusión que ya conocemos. No obstante, ha de tenerse en cuenta, como siempre, que en la mayoría de las ocasiones los textos a los que nos enfrentemos serán fragmentos de otros más largos, por lo que resulta más interesante observar el tipo de mecanismo de progresión temática que el autor está utilizando en ese momento: inducción (de lo particular a lo general), deducción (de la idea general a sus realizaciones particulares), reiteración de ideas, contraste, esquema de pregunta-respuesta, esquema de problema-solución, analogía de dos realidades, etc.
Ø En cualquier caso, el tipo de estructura y la mayor o menor libertad con que el autor la conciba, lo mismo que los rasgos lingüísticos que caractericen el texto, dependen del género en el que se inserta su texto. En los textos humanísticos podemos distinguir dos grandes géneros: el estudio y el ensayo. Las diferencias entre uno y otro son tan importantes que preferimos en esta ocasión estudiar sus rasgos por separado.

4. GÉNEROS Y SUBGÉNEROS EN LOS TEXTOS DE TRANSMISIÓN CULTURAL
En primer lugar, es necesario entender que el estudio y el ensayo, más que dos géneros perfectamente definidos por su estructura, constituyen dos actitudes diferentes del autor frente a la materia sobre la que versa su texto, actitudes que repercuten en todos los niveles textuales (la estructura, el léxico, el estilo...). En un estudio, el autor se enfrenta al tema desde una perspectiva profesional y, por así decirlo, “científica”: sus observaciones pretenden ser objetivas, exhaustivas y precisas. El ensayo, en cambio, es un enfrentamiento personal ante el tema: no se sujeta a ninguna limitación impuesta desde fuera y su intención, más que elaborar un análisis riguroso y preciso, es sugerir ideas y provocar la reflexión del lector. En segundo lugar, y derivado de lo anterior, el estudio tiene una estructura, un tono y un lenguaje más convencional; el ensayo es por definición más libre, permite una mayor creatividad al autor a la hora de organizar las ideas y expresarlas. Finalmente, téngase en cuenta que estas dos actitudes no son exclusivas de los textos humanísticos: entre los de tema científico también podemos encontrar estudios (son, por supuesto, los más frecuentes) y, ocasionalmente, auténticos ensayos, en los que el autor adopta una actitud menos técnica, más libre y creativa.

4.1. EL ESTUDIO
Incluimos en este género diversos tipos de escritos como el tratado general, el tratado monográfico (o monografía), el artículo especializado, el artículo de divulgación, la reseña, la ponencia, etc. Todos ellos pueden ser considerados como subgéneros que se diferencian entre sí por criterios como la extensión, la intención del autor, el canal comunicativo utilizado, etc. Así, el tratado general suele ser una obra extensa que pretende abarcar de manera integradora amplios aspectos de una disciplina, mientras que un tratado monográfico se ciñe al estudio, también extenso y exhaustivo, de un asunto concreto: por ejemplo, una Historia de la literatura medieval sería considerada como un tratado general, mientras que un estudio extenso sobre La Celestina sería un tratado monográfico. El artículo especializado es un estudio breve dirigido a especialistas en la materia que, normalmente, presenta algún aspecto concreto de una investigación o apunta ideas novedosas sobre un tema pendientes de ulterior desarrollo, mientras que el artículo divulgativo se caracteriza por ser una síntesis de ideas generales de una disciplina que tiene como destinatario a un público amplio. Una reseña o recensión es un texto crítico donde se analiza y valora alguna obra de otro autor que se considera de interés. Una ponencia, en fin, es un texto preparado para ser leído ante un auditorio de especialistas en un congreso. Hay todavía otros subgéneros que no consideramos, pero los señalados bastan para ilustrar la variedad de los existentes.
Todos ellos presentan unas características similares que los distinguen con claridad del ensayo:
Ø Unidad temática. El asunto, propio de determinada disciplina, está desde el principio bien delimitado y el autor se ciñe a él de manera estricta, evitando todo tipo de digresiones o de derivaciones hacia otros temas no directamente relacionados con el principal.
Ø Actitud objetiva. El autor pretende que su escrito aparezca como producto de una investigación seria, profesional, realizada con las garantías de rigor y objetividad que ofrece la metodología de la disciplina. Por tanto, evita siempre que le sea posible toda referencia a sí mismo para que las ideas que expone las vea el lector como observaciones objetivas y no como opiniones personales. En conexión con ello, predominarán en los estudios la modalidad enunciativa y el modo indicativo, la adjetivación no valorativa, la preferencia por las estructuras nominales frente a las verbales, así como el uso de los recursos sintácticos ya conocidos (véase Tema 5, apartado 3.1) para evitar la aparición de la 1.ª persona del singular: estructuras impersonales y pasivas reflejas, plural de modestia y plural sociativo, etc.
Ø Rigor en el tratamiento del tema. Se exige que se aporte cuanta información y análisis sean precisos para alcanzar los objetivos deseados: datos, hechos, ejemplos, etc. —en el caso de los textos expositivos—, y pruebas o argumentos de todo tipo que convenzan al lector de la pertinencia y validez de las ideas que defiende —en el caso de los argumentativos—. Dos elementos adquieren especial importancia: la discusión fundamentada sobre las tesis que se consideren contrarias a la del autor y el uso de la cita literal de textos de otros autores, la cual servirá como ilustración y explicación en los expositivos y como argumento de autoridad en los argumentativos. El rigor obliga al autor a matizar adecuadamente sus afirmaciones, que no pueden ser vagas ni aproximadas: los datos concretos que se presenten han de ser exactos y rigurosos (piénsese, por ejemplo, en la importancia de las fechas o el orden de sucesión cronológica en un estudio histórico), las citas textuales de otros autores deben consignar la referencia bibliográfica, etc.
Ø En los textos especializados, será también fundamental la exhaustividad: dentro de los límites que se haya impuesto, el autor intenta agotar los análisis y las perspectivas posibles, de forma que no queden sin revisar aspectos que, una vez analizados, pudieran invalidar sus ideas o planteamientos. Se hacen frecuentes por ello las enumeraciones (en series a veces largas) de hechos, de circunstancias, de rasgos característicos.
Ø La precisión es igualmente importante. Lingüísticamente, esta necesidad de precisión se manifiesta, como en los textos científicos, en la abundancia de elementos especificativos en los sintagmas nominales: adjetivos, aposiciones, complementos con preposición y oraciones de relativo sirven para precisar la designación de los términos utilizados. Además, como hemos señalado, las disciplinas humanísticas cuentan también con una terminología propia con la que se pretende hacer referencia sin ambigüedad a categorías abstractas o clasificar de forma precisa los elementos que analizan. Así, en el estudio de la lengua utilizamos constantemente tecnicismos como lexema, preposición, sintagma, función fática, etc.
Ø Finalmente, en los textos clasificables como estudios los autores procuran ajustarse a las convenciones metodológicas de la disciplina, tanto en el desarrollo y estructura como en las exigencias de presentación. Estas convenciones metodológicas no son en realidad diferentes de las que se utilizan en los trabajos científicos. En la mayor parte de las disciplinas, sean de un tipo u otro, se siguen unas mismas fases, que son las que caracterizan en general todo tipo investigación intelectual (véase la ilustración del margen), y esas mismas fases suelen ser las que estructuran los textos en los que se exponen los resultados de tales investigaciones, que son precisamente los estudios en sus diversos subgéneros. De esta forma, un texto humanístico completo de este tipo podría tener una estructura muy similar a la que presentábamos en el Tema anterior (apartado 2) para los textos científicos. Por otro lado, se exige seguir fielmente otras convenciones habituales, como los sistemas de citación textual, la indicación de las referencias bibliográficas o la forma de incluir notas a pie de página y finales.

4.2. EL ENSAYO
Resulta ya tópico citar, para ilustrar qué es un ensayo, la definición que de este género hizo Ortega y Gasset: un ensayo es una disertación científica sin prueba explícita. Entendiendo, en primer lugar, que con el adjetivo científica no se refiere al tema —opuesto a humanística—, sino al propósito de reflexionar profunda y metódicamente sobre la realidad, atina Ortega con tres de las claves que permiten diferenciar este género del estudio especializado: el carácter personal y libre de la reflexión (disertación), la renuncia al rigor y a la exhaustividad (sin prueba explícita) y el propósito de hacer reflexionar al lector y sugerirle nuevas ideas (sí suele haber “pruebas implícitas”). Otros han definido el ensayo como un estudio que se quiere presentar con humildad, como sin finalizar, en estado de meditación y elaboración, destacando con ello otro rasgo más: el carácter abierto del texto, que toma la forma de la pura reflexión, puesto que en él interesa, más que los resultados definitivos de la investigación, el proceso intelectual de enfrentamiento con el objeto de reflexión y la búsqueda misma del conocimiento.
Dado su carácter personal y abierto, el género del ensayo no presenta unos límites claros. Con todo, pueden tomarse los siguientes como sus rasgos fundamentales, siempre que no se entiendan de forma absoluta, sino como tendencias que pueden cumplirse en mayor o menor grado:
Ø Es un escrito que presenta una visión personal del autor sobre alguna cuestión. Es la perspectiva elegida por él lo que enmarca y da valor al mensaje, de forma que lo que verdaderamente interesa en el texto no es tanto el tema por sí mismo, sino el peculiar enfoque desde el que lo contempla el autor. Frente al estudio —caracterizado por su fuerte tendencia a la objetividad, que permite poner en primer plano el objeto de análisis—, el género del ensayo da vía libre a la subjetividad. El autor se convierte en protagonista del texto: vuelca en él sus ideas sobre el asunto, sus impresiones propias, a veces incluso sus recuerdos... Es decir, más que analizar rigurosamente un tema, lo interpreta y juzga desde su propia perspectiva. Por eso son mucho más habituales que en los tratados y artículos especializados las referencias a la 1.ª persona, y también la presencia de una adjetivación valorativa, que refleja con nitidez la personalidad, la ideología, los gustos y aversiones del ensayista.
Ø Es también, dada esa subjetividad, un género abierto a la polémica: las impresiones y las opiniones del autor son discutibles, precisamente por ser personales; en ocasiones, es el propio ensayista quien busca el debate oponiéndose a los puntos de vista de otros autores y rebatiendo sus ideas y argumentos.
Discrepo en absoluto de la opinión que Menéndez Pelayo tenía acerca de la novela pastoril [...]. Si creemos que el Renacimiento, en aspecto tan importante como éste, reproduce cierto tipo de belleza antigua, por frívolo ejercicio de dilettantismo, el concepto de Renacimiento se nos va de entre las manos.
Américo Castro: El pensamiento de Cervantes
Ø En el ensayo, el autor no pretende llegar a conclusiones definitivas universalmente válidas; renuncia también a la exhaustividad y al rigor en el tratamiento del tema, y se queda con la sugerencia: su propósito es abrir caminos, mostrar nuevas perspectivas y, sobre todo, suscitar la reflexión del lector. Por supuesto, defiende con argumentos sus ideas, pero esos argumentos pocas veces son pruebas explícitas que se pretendan irrevocables; prefiere la expresividad, los argumentos que son capaces de sugerir al lector determinadas impresiones (de ahí la frecuente inclusión de anécdotas propias o ajenas, recuerdos personales, comparaciones, referencias a lecturas, etc.).
Ø Como el autor, también el lector adquiere a menudo en el ensayo una gran importancia. Téngase en cuenta, en primer lugar, que el destinatario del ensayo es siempre un público amplio, sin conocimientos profundos sobre el tema (no es habitual utilizar el ensayo libre para dirigirse a especialistas), pero con un cierto interés por informarse y dispuesto a la reflexión. Ello justifica la sencillez expositiva y la amenidad que suelen caracterizar a este género. Pero, además, es importante porque el ensayista busca algo más que transmitirle conocimientos: pretende dialogar con él y encauzar a través de ese diálogo sus pensamientos sobre los asuntos que le propone. En cierta forma, el ensayo es una reflexión en complicidad en la que el autor traza un camino de ideas por el que nos lleva de la mano. Por eso son frecuentes las alusiones al lector y las llamadas a su atención:
¿Qué es la vida? ¿Cuál es nuestro fin sobre el planeta? ¿Cómo encontrar la felicidad que ambicionamos? Pío Baroja es un pesimista irreductible. Tal vez de la lectura de sus libros te haya surgido, lector, angustiosa, la sensación de que nuestra vida no tiene finalidad alguna, y de que la felicidad, que creemos que existe, es un vano fantasma.
Azorín: “La filosofía de Pío Baroja”, en Los pueblos
Ø Otra característica del ensayo es la variedad. Es variable en su extensión (desde una columna de periódico hasta un voluminoso libro, aunque en su origen tendía a la brevedad), en sus formas de publicación (libro, artículo en prensa, colección de ensayos breves del mismo autor, colección de varios autores sobre un tema...), en el tema (el pensador puede dirigir su reflexión sobre cualquier asunto que le interese: literario, filosófico, histórico, de costumbres, científico, político, etc.), en el tono (objetivo, crítico, humorístico, satírico, poético...). El enfoque y la actitud también son diversos: en unos casos el autor se propone presentar reflexiones profundas y enjundiosas sobre la realidad y la vida, en otros se interesa por los problemas cotidianos o las cuestiones de actualidad, que intenta explicar o enjuiciar de manera crítica.
Ø La estructura interna de los ensayos es libre y abierta. El ensayista no se ajusta a ningún esquema convencional previo, como suele suceder en los tratados y en los artículos especializados. Muy al contrario, es habitual que la línea del pensamiento fluya con entera libertad. No necesita preocuparse de seguir un orden rigurosamente establecido, pues lo que intenta no es agotar un tema, y por tanto, poco importa si en el análisis deja algún aspecto sin tratar o sin desarrollar por completo. Le interesa más, recordémoslo, la viveza de la reflexión, la capacidad del discurso para sugerir al lector ideas profundas, originales o incluso sorprendentes. Por ello, es normal que los ensayos se caractericen también por la gran riqueza y variedad de los elementos que incorporan: ejemplos que ilustran los conceptos y amenizan la lectura, digresiones para desarrollar un asunto secundario o conectar con algo que ya se ha dicho o se va a decir, referencias a ideas o pasajes de otros autores, citas literales, narración de anécdotas propias o ajenas, en ocasiones incluso el diálogo.
Ø En cuanto a la forma de la expresión lingüística, lo característico es una mayor voluntad de estilo. El hecho de que se conciba el ensayo como la expresión de una visión personal y subjetiva hace que prevalezca en el discurso la particular forma de escribir de cada ensayista, su estilo. Fuera de la necesidad de que el discurso con el que exponga sus reflexiones le resulte al lector ameno y sugerente, es imposible establecer rasgos lingüísticos definidos que aparezcan de forma constante en todos los textos, porque la lengua que se use no depende del tema tratado, sino de las preferencias del autor: unos gustan de las construcciones largas, encadenadas, con abundante uso de la subordinación, mientras que otros utilizan la frase corta y rápida; algunos prefieren un tipo de expresión que busca la claridad, la precisión y un mayor aire de objetividad, lo que acerca el escrito a la forma característica de los estudios y tratados; otros buscan conscientemente una expresión más elaborada, más cercana a la creación literaria.
En este último caso, el autor puede dar rienda suelta a su capacidad creadora y utilizar profusamente, si así lo desea, todo tipo de recursos de estilo que contribuyan a su propósito de sugerir y mover el ánimo del lector: símiles y metáforas, adjetivación brillante y evocadora, aprovechamiento de los valores connotativos y de la capacidad de sugerencia de las palabras, antítesis, paradojas, anáforas, etc. Es decir, se acercará a lo que consideramos como uso literario de la lengua. De hecho, cuanto más se aleja del lenguaje y la forma de expresión propia de los estudios y tratados, más se aproxima el ensayo a la consideración de género auténticamente literario.

lunes, 14 de marzo de 2011

los conectores en los textos argumentativos

LOS TEXTOS EXPOSITIVOS-ARGUMENTATIVOS

LOS CONECTORES

En toda comunicación tan importante es exponer la información, como expresar si estamos de acuerdo con ella o no, y por qué. Para ello explicamos, añadimos nuestros razonamientos, contrarrestamos la información de partida y, con mucha frecuencia, concluimos en el sentido que más nos conviene.

Es muy importante el papel que cumplen unos elementos que ponen de manifiesto el tipo de relación que se establece,  bien entre bloques de información ( párrafos), bien entre los enunciados. Estos elementos son los conectores.
 Podemos distinguir los siguientes:

CONECTORES SUMATIVOS

La relación que manifiestan estos enlaces es llamada copulativa o aditiva: A + B. Significa que los dos enunciados están estrechamente relacionados.

Además.
Expresa que la acción del verbo al que afecta ocurre añadida a otra ya expresada. Aunque sitúa el nuevo enunciado en la misma dirección argumentativa, lo presenta como el más fuerte, el más convincente. Por eso, con frecuencia, actúa como cierre de los argumentos esgrimidos.
Ej. Pero el que una película sea considerada “buena” o “mala” es algo desesperadamente subjetivo; y además, cualquiera que sea el baremo que se aplique, es incontrovertible que bastantes películas europeas son estupendas y muchas películas americanas son pésimas.

Puede combinarse con por otra parte. Se utiliza para manifestar que se introduce información relacionada con la anterior pero tratada desde otro punto de vista.
Ej. Es un hecho que cada día más jóvenes viven en casa de sus padres hasta bien entrada la mayoría de edad. Además, por otra parte, no hay que olvidar que los precios actuales de las viviendas no estàn al alcance de una economía media-baja.

Asimismo.
Se trata de un conector bastante formal que sitúa en el mismo nivel de importancia dos informaciones. Avisa al lector de que no se ha acabado la exposición informativa, que queda algo por decir.
Ej. Quiero sumarme a la indignación que manifiesta el señor Tapies ante la explotación indiscriminada del macizo del Montseny y de sus recursos naturales. Asimismo, quiero dejar constancia de la preocupación generalizada de los habitantes del lugar ante la grave situación provocada por la extracción y comercialización sin medida del agua de la zona.

Por otra parte
Cuando aparece sólo la segunda parte de la correlación, indicamos que se quiere añadir un subaspecto relacionado directamente con lo anterior; es un valor parecido a además pero que no señala necesariamente la mayor importancia del segundo enunciado como hacía este último.
Ej. A lo largo de su aprendizaje, se impone a los escolares y a los estudiantes el deber de la glosa y del comentario, y las modalidades de este deber les asustan hasta el punto de privar a la gran mayoría de la compañía de los libros. Por otra parte, nuestro final de siglo no arregla las cosas; el comentario domina en él como señor absoluto, hasta el punto, muchas veces, de apartarnos de la vista del objeto comentado.

 Pero, por otra parte

En este caso se inicia un subaspecto informativo relacionado con el anterior por contraste, que presenta una cierta contradicción; es decir, sigue una dirección no esperada; de ahí la necesidad de usar también pero.
Ej. La mayor parte de los indigentes tienen un acusado sentido de la propiedad. Pero, por otra parte, es fácil observar una gran solidaridad y ayuda entre ellos.

Encima

Equivale a además, y expresa que cierta cosa ocurre aumentando el efecto ya importante, abusivo, sorprendente, de otra nombrada antes. La información se presente in crescendo: llega a su punto máximo con el enunciado que introduce el conector encima.

Ej. La bicicleta ocupa poco espacio. Donde aparca un coche caben dieciocho bicicletas. Con ella el hombre rebasa el rendimiento posible de cualquier máquina y de cualquier animal evolucionado (…). Y, encima, no contamina.

Ej. Ya sé que el mundo está lleno de hombres atractivos, de hombres ricos y de hombres cultos. Pero de hombres que sean a la vez atractivos, ricos y cultos, hay muchísimos menos. Pero que, encima, sean divertidos, sólo hay uno: Carlos.


CONECTORES CONTRA-ARGUMENTATIVOS


Expresan lo contrario a lo que se espera. Significa que, en opinión del escritor, los enunciados indican hechos o juicios que no “casan” bien, pues el enunciado introducido por el conector contrasta la información que le precede. Se utiliza para ir rebatiendo o reconsiderando la información previa y llamando la atención sobre lo que más nos interesa.

SIN EMBARGO, NO OBSTANTE
Son variantes estilística. La segunda es más culta y se encuentra en contextos más formales Se alude a algo que, pudiendo causar o impedir cierta cosa que se expresa, no lo hace.
Su aparición implica que ha de reconsiderarse el enunciado anterior, pues lo que viene a continuación presenta una información inesperada, y tiene por objetivo señalar la mayor importancia de ésta.
Ej. Es un gran chico; no obstante, a veces dice mentiras.
Tenemos a un chico estupendo y algo mentiroso. El conector se encarga de iluminar la parte primordial y decir que añade información cuyo contenido rectifica en cierto modo el del enunciado anterior.

Ej. Entre el intelectual y el mundo que lo envuelve o asedia, siempre ha existido una relación móvil, cuando no errática. No obstante, y a pesar de balanceos y estremecimientos varios (…) es posible detectar cadencias aproximadamente cíclicas.
Otros conectores:
De todos modos
Con todo
Así y todo
Aún así ( ni aún así)

Ej. Es cierto, sin embargo, que la educación parece haber estado perpetuamente en crisis en nuestro siglo, al menos si hemos de hacer caso a las insistentes voces de alarma que desde hace mucho nos previenen al respecto. Cuando ahora confiese, amiga mía, que este libro responde a mi preocupación por la crisis actual de la educación es probable que muchos se encojan de hombros: ese triste cuento ya lo hemos oído tantas veces…Aún así , creo que es posible señalar peculiaridades inquietantes en el estadio crítico que hoy atravesamos.

Ej. La contabilidad de las muertes a causa de la droga en España sigue reflejando un sombrío, y creciente, número de víctimas. No sólo a causa de su consumo, sino por el mercado criminal que le rodea (…).
Los bancos españoles cancelaron el año pasado 224 operaciones y cuentas de supuestos narcos (…). Perseguir el blanqueo de este dinero (…) es un paso importante en la lucha contra la droga y, sin embargo, es un paso que no se ha dado con decisión. Con todo, debe evitarse que la angustia social que crea el drama de la droga se canalice hacia un discurso simplemente represor. No hay razones definitivas para abandonar una reflexión serena sobre una eventual legalización de las drogas, con el subsiguiente control sobre sus consumidores y el desvío de los actuales mecanismos de este lúgubre negocio.

Por el contrario
En cambio
Estos conectores articulan dos enunciados o bloques informativos que comparten alguna información. Se comparan y se presentan las diferencias entre ellos.

Ej. El solitario o es un ser que ha asumido responsablemente su parte del universo, o es un memo que ha ido apartando a todos de su vera. Hay, por el contrario, seres a los que la soledad entristece y buscan con afán divertirse ( es decir, distraerse, desviarse, apartarse de sí) con otros seres. Son los incapaces de permanecer tranquilos en una habitación vacía.

Ej. La verdad es  que son precisamente los animales quienes sólo emplean el sexo para procrear, lo mismo que sólo utilizan la comida para alimentarse o el ejercicio físico para conservar la salud; los humanos, en cambio, hemos inventado el erotismo, la gastronomía y el atletismo.
Ej. Los enamorados, cuanto mayor es el tiempo que pasan juntos, más quieren que se prolongue. Cuanto más unidos están, más sienten la necesidad de disminuir aún más la distancia entre ellos. El erotismo, por el contrario, tiene capacidad de satisfacerse. (…)El núcleo de la amistad es el encuentro y la amistad es una filigrana de encuentros con la misma persona. El núcleo del erotismo, en cambio, es la experiencia (…)Los amigos nada esperan de su encuentro. No lo juzgan, no lo evalúan. Si el encuentro no es intenso, la cosa no tiene la menor importancia. El encuentro erótico, por el contrario, se prepara con miras a un resultado. Todo cuanto sucede, se juzga y se evalúa (…)El amor no se aprende, se conoce a priori. Tampoco la amistad se aprende (…). La seducción, en cambio,  se oprende.

Ahora bien
Se utiliza para iniciar la segunda parte del desarrollo de la información e indica que lo que viene a continuación es un punto muy importante. Es el más evidente corrector o puntualizador.
Ej. No conozco gente que sea mala de puro feliz ni que martirice al prójimo como señal de alegría. Todo lo más, hay bastantes que para estar contentos necesitan no enterarse de los padecimientos que abundan a su alrededor, y de algunos de los cuales son cómplices. Pero, la ignorancia, aunque esté satisfecha de sí misma, también es una forma de desgracia…Ahora bien: si cuanto más feliz y alegre se siente alguien menos ganas tendrá de ser malo, ¿no será cosa prudente intentar fomentar todo lo posible la felicidad de los demás en lugar de hacerles desgraciados y, por tanto, propensos al mal?

CONECTORES CONSECUTIVOS


Su aparición implica el reconocimiento de dos informaciones que se articulan a través del concector en una secuencia de posterioridad lógica; eso significa que ambos enunciados tienen que estar en la misma dirección argumentativa.
Hay dos tipos.
a)      Conectores que sólo pueden transmitir la idea de consecuencia que se deriva: por lo tanto, por consiguiente, y en consecuencia, de ahí que. Su uso añade un matiz de rigor, de lógica veracidad. Se utilizan para reforzar consecuencas débiles, pero que son a las que se quiere que llegue el lector. Cuanto menos frecuente es el conector, más impacto causa, y por tanto, más creíble resulta la información que introduce. No hace falta recordar el eco que nos viene a la mente cuando alguien dice por consiguiente.
b)      Unidades que tienen usos consecutivos entre otras instrucciones pragmáticas específicas. Así pues, así que, luego y pues.

Por lo tanto, por tanto.
El pronombre lo subraya la relación que se establece entre el texto previo y el que sigue.
Por consiguiente, en consecuencia. Se utilizan en contextos más formales.
Ej. Se trata de despertar y dinamizar las fuerzas de la sociedad, de liberar la iniciativa personal, de superponer la inteligencia y la creatividad a la burocracia, y, por consiguiente, de insertar el país en la dinámica actual de la vida internacional.

Ej. Los responsables de esta iniciativa tienen clara la radiografía de sus clientes. Son jóvenes, entre los 18 y 26 años, con tantas ansias de viajar que aceptan las incomodidades que les acarrea, a veces, utilizar medios no tan rápidos como el avión pero más asequibles desde el punto de vista económico. De ahí que las preguntas sobre trenes de largo recorrido y autocar sean las más formuladas.

Ej. Producto de una sociedad hiperconsumista, el libro está casi tan mimado como un pollo alimentado con hormonas y mucho menos que un misil nuclear.El pollo con hormonas de crecimiento instantáneo no es, por otro parte, una comparación gratuita si se aplica a los millones de libros de circustancias que se escriben en una semana bajo el pretexto de que, esa semana, la reina la ha” diñado” o el presidente ha perdido su empleo.
Así pues, visto bajo esta perspectiva, el libro no es, ni más ni menos, que un objeto de consumo, y tan efímero como cualquier otro: inmediatamente destruido si no funciona, muere con mucha frecuencia sin haber sido leído.
Otros conectores:
Pues, luego, así que.

sábado, 5 de marzo de 2011

Comentario nº 3

Comentario nº 3

Los científicos siguen encontrando remedios a las enfermedades humanas en los seres vivos más insospechados.

La naturaleza ha sido siempre el mayor laboratorio al alcance del hombre. Por eso, la industria farmacéutica no cesa de investigar en plantas y animales. Su campo de actuación son, sobre todo, los bosques tropicales que, junto con los arrecifes de coral, constituyen los mayores centros de riqueza de todo el planeta. Según el Instituto Nacional contra el Cáncer de EEUU, de estas riquísimas formaciones vegetales proceden más del setenta por ciento de las plantas anticarcinógenas que se usan en la actualidad, aunque el potencial por utilizar es infinitamente mayor puesto que solo se ha investigado el uno por ciento de las plantas conocidas. En cualquier caso, el que la medicina occidental no haya recurrido aún a esas plantas no impide que sí lo hagan los pueblos aborígenes, y con excelentes resultados. De ello da idea el hecho de que del largo centenar de preparados farmacéuticos procedentes de plantas que hoy se comercializan, las tres cuartas partes han sido elaboradas con recetas de la farmacopea aborigen.

El abanico de sustancias curativas de origen animal también es amplio. Sirvan como referencia los anticoagulantes que se sacan de determinadas serpientes venenosas, los fármacos antialérgicos procedentes de los caracoles marinos o los anticonceptivos que se obtienen a partir de los sistemas inmunológicos de escualos y anfibios. El contrasentido es que mientras por un lado se busca en la biodiversidad remedios para combatir todo tipo de enfermedades, por otro se destruye. Y esto, además de una amenaza directa para millones de personajes, supone hipotecar el futuro de toda la humanidad.

Miguel Mihura y 3 sombreros de copa

MIGUEL MIHURA ( 1905-1977) Y EL TEATRO HUMORÍSTICO DE POSTGUERRA

Hijo de cómico, el teatro, en cuyo ambiente vivió desde niño, era para él un espacio de libertad, donde las cosas no ocurren como en el mundo. Siendo muy joven, el empresario y popular actor Alady le lleva en su compañía como asesor literario. Una tuberculosis que le obliga a guardar cama durante tres años le aparta de esta vida. Desde esta cama imagina Tres sombreros de copa, escrita desde una situación de crisis personal. Mihura se limita a fraguar una metáfora de su vida personal. Ahí están Paula y Dionisio, personajes que quisieran vivir en un mundo inaccesible. Mihura imaginó , en esta obra de juventud, un conflicto fundamental entre lo que el ser humano imagina y desea, lo que es su mundo más profundo, y la realidad impuesta a través de las normas sociales o las circustancias personales. ¿Cómo responde el autor al conflicto?: con la aceptación de la norma. No hay otra respuesta que la de aceptar los límites impuestos por la sociedad.

Cuando comienza la guerra civil, Mihura se refugia en San Sebastián. Allí dirige la revista La Ametralladora , una revista de humor para los soldados en guerra. En los años 40, ya en Madrid, funda La Codorniz, seguirá su camino de humorista y trabajará para el cine.

Para valorar la originalidad del nuevo teatro de humor de Mihura es necesario no olvidar que Tres sombreros de copa, su primera obra dramática, fue escrita en 1932, aunque no se estrenara hasta 1952. En ella mezcla ternura y sarcasmo, comicidad y amargura, ingenio y crítica a una sociedad que no estaba preparada para ese carácter renovador. Escrita en 1932, nadie se atrevió a producirla por considerarla absolutamente irrepresentable. El sentido del humor absurdo que proponía iba por delante más de 20 años. Es el sino de las mejores obras teatrales de la escena española del siglo XX: Luces de bohemia se adelantó medio siglo; García Lorca toda una postguerra.

La obra la estrenó, veinte años después, un grupo semiprofesional de teatro universitario en una sesión de cámara, a pesar de que Mihura se negó, en primera instancia, a autorizar la representación. Se estrenó el 24 de noviembre de 1952. A pesar de que la obra gustó a la intelectualidad, cuando poco después se entrenó en un escenario comercial, el Teatro Beatriz, no tuvo el éxito esperado. Con 48 funciones, poco más de tres semanas, tuvo que retirarse de cartel. Al mismo tiempo, al autor le conceden el Premio Nacional de Teatro. Hay que tener en cuenta, que en 1952 Mihura no era ningún desconocido. A sus 47 años había estrenado unas cuantas comedias, era conocido periodista de varias revistas de humor ( había dirigido ya La Codorniz), y era un personaje habitual de la sociedad artística de aquel Madrid. Los sucesivos estrenos que llegaron le proporcionaron recursos suficientes para vivir. En los años cincuenta y sesenta se dedicó a escribir comedias. El único problema de Mihura fue que, en contra de su opinión, nunca volvió a escribir un texto tan completo y magnífico como aquél, lo que significa que emprendió una paulatina sumisión hacia el sistema empresarial, con el fin de hacer sus obras mucho más asequibles al espectador. Obras como Maribel y la extraña familia, Ninette y un señor de Murcia, Melocotón en almíbar.

Mihura, solo dos años más joven que Jardiel Poncela, Max Aub y Casona, nacidos los tres en 1903, pertenece, por la fecha de su primera obra a esa etapa de renovación del teatro español anterior a la guerra civil, etapa caracterizada por las múltiples rupturas de las formas y los temas dramáticos convencionales. El humor experimentó, con Jardiel y Mihura sobre todo, una transformación en cuanto a los contenidos y a las formas, contagiado por publicaciones de autores europeos, en los que se dejaba sentir ese gusto por la dislocación, el sinsentido y la pirueta verbal. Esta tendencia humorística se complace en las situaciones inverosímiles, en las asociaciones caprichosas, en la fractura del discurso lógico previsible, en la agudeza verbal y expresiva, en la extravagancia asumida con naturalidad, en la fantasía descabellada, pero elegante, o en el disparate al que no le falta un cierto grado de cordura o de sentido común.

Algunos críticos han denominado a un grupo de escritores entre los que se encontraba Mihura, Poncela, Edgar Neville o José López Rubio, como la otra generación del 27 o generación inverosímil , autores que cultivan un teatro vanguardista, que se refugia en los territorios de la imaginación y la excentricidad más o menos provocativa, y que pretendía plantar cara a los convencionales modos de vida dominantes. En Mihura y en Jardiel Poncela encontramos un espíritu marcadamente antiburgués, que les lleva a satirizar diversas instituciones y costumbres, como el matrimonio, en el que Mihura ve un signo del tedio rutinario que corrompe inevitablemente el amor. Las costumbres que satiriza están asociadas a la vida convencional y reglada que simboliza una ciudad de provincias, a sus prejuicios, y al empleo de un lenguaje inerte, inexpresivo, rancio, que es ridiculizado por el autor mediante un ejercicio estilístico que supone una de las aportaciones más interesantes de su obra dramática. La murmuración y los miedos al qué dirán, la obsesión por el casamiento, la rutina paralizadora, la vaciedad de determinados ritos de relación social.

La fuerza dramática de Tres sombreros de copa está en la colisión entre dos mundos irreconciliables. El mundo burgués, cursi, adinerado, limitado por una moral estricta, de una provincia española, y el mundo inverosímil, errante, libre y sin esperanzas que forman el negro Buby Barton y las muchachas que integran su ballet en el music hall. Cada uno de estos mundos se rige por leyes propias. Este mundo nos lo representa a través de personajes representativos, a menudo esquemáticos y de un solo perfil. Don Sacramento, El Odioso señor, El anciano militar, El romántico enamorado, El guapo muchacho, que constituyen una galería de personajes grotescos, arquetípicos, que encarnan el puritanismo, la rigidez de costumbres de la burguesía. El mundo del music hall se singulariza, en principio, por su amoralidad a rajatabla. Aquí no existe la esclavitud de las buenas costumbres, pero hay otra esclavitud, que surge de lo apariencial: las joyas, los vestidos deslumbrantes. Entre estos dos mundos enfrentados surge el amor verdadero entre Dionisio y Paula, amor proscrito de antemano, que naturalmente es condenado por ese engranaje, superior a ellos mismos, en el que están inmersos.

viernes, 25 de febrero de 2011

LA POESÍA POSTERIOR AL 39: tendencias, autores y obras principales


1. AÑOS 30 . Refleja la situación social. Miguel Hernández.

2. DURANTE LA GUERRA CIVIL Poesía de exaltación ideológica desde ambos bandos.

3. POSGUERRA.

  • DECADA DE LOS 40. Poesía evasiva y búsqueda de perfección formal
  • DECADA DE LOS 50. Poesía social y crítica
  • DECADA DE LOS 60. Centrada en lo individual y en los elementos retóricos.
  • DECADA DE LOS 70. Experimentación lingüística.
  • DESDE 1975 A LA ACTUALIDAD. Pluralidad de propuestas.

MIGUEL HERNÁNDEZ

1ª ETAPA

Influencia gongorina y vanguardista Perito en lunas ( 1933) El rayo que no cesa (1936): poemario amoroso donde expresa en sufrimiento por el destina trágico.

2ª ETAPA

Poesía comprometida, social y combativa. Viento del pueblo ( 1937) El hombre acecha ( 1937-38).

ULTIMA ETAPA

Poemas escritos en la cárcel. Cancionero y romancero de ausencias ( 1938 a 1949) Temas: el amor: conyugal y la maternidad, la muerte, la pena, la concepción trágica de la existencia, las heridas de la vida, el odio entre los hombres. . Destaca el tema del hijo: alegría y sufrimiento.

ESTILO Y MÉTRICA

Desde el barroquismo inicial a la sencillez. Uso de símbolos: el toro, los cuchillos, el tigre, la garra, el vientre femenino.

Uso de metáforas e imágenes. Métrica culta y popular.

LA POESÍA EN EL EXILIO

Predomina el tema de España, cargado de angustia. Siguen caminos diversos.

Emilio Prados: tono melancólico y la búsqueda de armonía del hombre y del cosmos.

Manuel Altolaguirre: influencia de los clásicos. La soledad y la nostalgia.

León Felipe: la injusticia, el desorden la rebelión contra la historia.

LA POESÍA DE LOS AÑOS 40

POESÍA NEOCLÁSICA

Gran importancia de las revistas.Escorial y Garcilaso

Luis Rosales. Temática religiosa. La casa encendida.

Leopoldo Panero. La familia, tierra y Dios.

Luis Felipe Vivanco. La naturaleza, la familia, la vida cotidiana y religiosa.

Dionisio Ridruejo.

José García Nieto.

POESÍA EXISTENCIALISTA

1944 se publican dos libros importantes. Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre.

Temas: el sufrimiento, dolor existencial, la soledad, la angustia por la muerte inexorable y la búsqueda dolorosa de Dios.

POESÍA VANGUARDISTA

EL POSTISMO

Poesía imaginativa, humor, lenguaje lúdico e imágenes irracionales.

GRUPO CÁNTICO (Córdoba).

Barroquismo, refinamiento formal, culturalismo y vitalismo

TENDENCIA SURREALISTA

Influencia de la generación del 27. Camilo José Cela , Miguel Labordeta y Juan Eduardo Cirlot.

POESÍA DE LOS AÑOS CINCUENTA. LA POESÍA SOCIAL

La poesía como comunicación: denuncia del dolor y las injusticias sociales. Preocupación por los problemas colectivos, tono narrativo y lenguaje cotidiano.

Gabriel Celaya. Desde poesía vanguardista, pasando por existencial, social y finalmente de experimentación formal.

Blas de Otero. Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia: poesía existencial con tono trágico y actitud atormentada. Pido la paz y la palabra: poesía social y denuncia de las injusticias.

José Hierro. La experiencia personal y la memoria. Sobriedad expresiva. Quinta del 42, Libro de las alucinaciones.

POESÍA DE LOS AÑOS 60

Características: análisis de la memoria personal y la experiencia individual e histórica: la infancia y juventud perdidas; el paso del tiempo, el amor ligado al erotismo y la amistad, la metapoesía, lo religioso relacionado con la mística y lo oriental.

Estilo conversacional, lenguaje coloquial, ironía e intertextualidad.

Autores: José Manuel Caballero Bonald, Carlos Barral, Claudio Rodríguez, Ángel González, Jaime Gil de Biedma.

POESIA DE LOS AÑOS 70

Nueve novísimos poetas españoles. Antología de Castellet. Promoción del 68 o novísimos.

Características:

Alejamiento del realismo, atención al lenguaje, elementos culturales ( culturalismo), mitos populares, de los medios de comunicación, del cine, del cómic, metapoesía.

Experimentación lingüística, neobarroquismo, riqueza léxica.

POESIA DESDE 1975

DECADA DE LOS 80 Y 90

Sigue la estética de los poetas anteriores. Destaca la poesía de la experiencia: experiencias individuales, amorosas, desengaño, fracaso, con carácter narrativo.

Estilo cuidado pero sencillo, rasgos conversacionales y léxico propio de la cultura urbana, empleo de citas y humor.

Otras tendencias:

Poesía del silencio, neopurista

Poesía neoimpresionista y elegíaca

Poesía épica

Poesía neosurrealista.

Autores: Luis García Montero, Luis Alberto de Cuenca, Andrés Trapiello, Carlos Marzal.

POESÍA DESDE 1990

Diferentes influencias literarias, diversidad de motivos de nuestro tiempo, renovación lingüística, con tendencia al fragmentarismo.

EL TEATRO DESPUÉS DEL AÑO 39: TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES


1. EL TEATRO DE POSGUERRA

Rasgos generales:

Cumple dos funciones: entretener y transmitir ideología: negando las aportaciones de autores de preguerra; exaltando os valores de los vencedores y programando autores clásicos con referencia a épocas gloriosas.

TENDENCIAS

  • La comedia burguesa.

Evolución de la alta comedia. Temas: el amor, la familia, el matrimonio, el hogar, con fines moralizadores. Personajes burgueses. Obras intrascendentes, con humor y amabilidad.

Autores: Jacinto Benavente, José Mª Pemán, Joaquín Calvo Sotelo.

  • El teatro de humor

Enrique Jardiel Poncela: evasión de la realidad. Incorporación de lo inverosímil con ingredientes de locura y misterio. Personajes burgueses, esquema amo/criado. Humor verbal y de situación. Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada.

Miguel Mihura: Idealización de la vida por la humanización de los personajes. Triunfo de la bondad y la ternura. Tres sombreros de copa. Escrita en 1932 y estrenada en 1952. Ninette y un señor de Murcia.

  • El teatro en el exilio

Rafael Alberti. Teatro político y con elementos poéticos. Noche de guerra en el Museo del Prado, El adefesio.

Max Aub.

Pedro Salinas

Alejandro Casona. Teatro de evasión. La dama del alba. Drama poético.

2. LOS REALISTAS

Antonio Buero Vallejo. 1949 Historia de una escalera. Busca la moderna tragedia española. Síntesis de realismo y simbolismo, con oposición de personajes contemplativos y activos. Fenómeno de la inmersión del espectador en el mundo interno del protagonista.

Dramas de ambiente contemporáneo. Hoy es fiesta.

Dramas míticos. La tejedora de sueños

Dramas históricos. Un soñador para un pueblo

Dramas psicológicos Las cartas boca abajo.

Alfonso Sastre. Escuadra hacia la muerte ( 1953) oposición a un sistema totalitario. Sus tragedias complejas incorporan un humor de situación, negro y profundo. La taberna fantástica.

José Martín Recuerda. Personajes ansiosos de libertad. Carácter documental de signo crítico lleno de crispación y desgarro. Las salvajes en puente San Gil.

Lauro Olmo. La camisa: la pobreza, el paso y la emigración.

Jose Mª Rodríguez Méndez.

Carlos Muñix

Ricardo Rodríguez Buded.

3. LAS VANGUARDIAS

Fernando Arrabal. Elementalidad escénica. Temas: la religión, la sexualidad, lo político, la muerte y e amor. Pic-Nic.

Francisco Nieva. Tema: la represión de la sociedad y la necesidad de la trasgresión. Piezas cortas con técnica cinematográfica.

Teatro furioso, de farsa y calamidad y de crónica y estampa.

Pelo de tormenta.

4. LOS SIMBOLISTAS

Carácter vanguardista, pesimismo y uso frecuente de simbología animal.. Temas: el poder opresor, sexualidad, lenguaje escatológico y agresivo y la violencia física y verbal.

José Ruibal, Miguel Romero Esteo, Luis Riaza, Manuel Martínez Mediero.

5. HEREDEROS DE LA COMEDIA BURGUESA

Teatro inmovilista, de evasión.

Alfonso Paso. Las que tienen que servir.

Jaime de Armiñan

Juan José Alonso Millán.

6. EL TEATRO INDEPENDIENTE

Años 60. A partir del teatro universitario. Rechazo del espectáculo conservador, con estética peculiar.

Els Comediants, Els Joglars, Dagoll Dagom, El tricicle, La Fuira del Baus. Los Goliardos, Tábano.

Wiliam Layton introdujo en España el método Stanislavski

Años 70: teatro de calle, con predominio de elementos paraverbales.

7. EL TEATRO DESDE 1975

  • El teatro en la transición.

Se recuperan autores importantes del siglo XX: García Lorca y Valle-Inclán.

Continúan escribiendo los autores realistas. Se incorporar Fernando Fernán Gómez, Adolfo Marsillach y Antonio Gala. También el teatro de vanguardistas con Nieva y Arrabal y de la nueva comedia burguesa.

  • El teatro neorrealista.

Actitud realista. Personajes fracasados. Ruptura de la moral tradicional. Humor e ironía.

Jose Luis Alonso de Santos Bajarse al moro.

Fermín Cabal.

Ignacio Amestoy

  • Las últimas promociones

Finales años 80. Paloma Pedrero, Juan Mayorga.

  • Otros fenómenos teatrales desde 1975.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico, con puesta en escena de autores clásicos.

Teatro alternativo. En salas pequeñas y a bajo precio.